martes, 19 de febrero de 2008

Cómo favorecer las relaciones sociales adaptadas

- Demandas morales firmes.
- Uso intensivo de razonamiento y explicaciones.
- Uso consistente de límites y normas claras.
- Fuertes lazos de afecto y empatía.
- Implicación, compartir actividades agradables con los niños
- Asumir las rectificaciones, nuestras propias rectificaciones, como un hecho natural en la vida; sin dramatismos, viendo en cada fallo una oportunidad para aprender.
- Estimular a los niños a especificar cada valor en un conjunto de actitudes y comportamientos concretos.
- Promover actividades de juego libre con los iguales.
- Valorar al máximo su forma de relacionarse con los demás; potenciar su capacidad para escuchar, para compartir, para disfrutar de las personas, para generar sentimientos de amistad, de afecto, de cariño.


- Criticar la violencia cuando aparezca, en todas sus manifestaciones exponiendo alternativas de resolución de conflictos y fomentado la comunicación, mostrando nuestra confianza en el ser humano, en su capacidad de afrontar y superar situaciones injustas a lo largo de la historia.
- Educar en valores antídotos de la violencia (justicia tolerancia, solidaridad, respeto...)
-Aumentar conductas positivas a través de refuerzos sensoriales: caricias, sonrisas, miradas de agradecimiento...
- Utilizar sanciones que no induzcan rabia.
- Basar la educación en el principio “no hay derechos sin responsabilidades”.


“Los niños emplean su inteligencia en lo que les importa.”

Dossier relaciones sociales (2006)

lunes, 18 de febrero de 2008

Las relaciones sociales en el niño

El mundo del niño se extiende más allá de los límites del hogar y la familia. Cada día proporciona nuevos amigos, personas y situaciones que explorar y descubrir.
Para niños y adultos , las interacciones sociales son un espejo en el que se ven a sí mismos ya que las opiniones, reacciones y actitudes de otros ayudan a los niños a reflexionar sobre el hecho de por qué y cómo ellos son percibidos por otras personas.
Esta dependencia de otros en el ambiente social es a la vez beneficiosa y perjudicial: la interacción social es necesaria para sentirnos apoyados y realiza nuestras necesidades básicas, algunas tan importantes que cuando otros las niegan o amenazan experimentamos ansiedad, frustración, depresión, hostilidad ...
Las experiencias de grupo inciden en el desarrollo de nuevas habilidades sociales, gracias al intercambio social, los niños obtienen afecto, desarrollan sentimientos de pertenencia a un grupo y competencias sociales, que influyen de forma muy favorable en lo que ellos piensan de sí mismos.
El interés por otros es, sin duda, el fundamento de cualquier sociedad, y su desarrollo representa una reducción del egocentrismo infantil: los adultos son vistos como algo fuerte y dominante que con frecuencia imponen y limitan la conducta basándose en razones que el niño apenas comprende o se le explican muy poco.
Por el contrario, las relaciones con los compañeros le permiten compartir ideas, explorar puntos de vista alternativos, enfrentarse directamente con diferentes opiniones y encontrar medios para su solución, tiene que hacer frente a los efectos de sus propias acciones sobre sus compañeros.



Del dossier de las relaciones sociales (2006)